ORACIÓN DE UN PADRE | Fe y Salvación
Dame, Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte
para saber cuándo es débil, y lo bastante valeroso
para enfrentarse consigo mismo cuando sienta miedo;
un hijo que sea orgulloso e inflexible en la
derrota, pero humilde y magnánimo
en la victoria.
Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando
debe erguir el pecho: un hijo que sepa conocerte
a Ti, Dios Mío, y conocerse a sí mismo, que es la piedra
fundamental de todo conocimiento.
Condúcelo no por el camino cómodo y fácil,
sino por el camino áspero, aguijoneado por
las dificultades y los retos, y ahí déjalo aprender
a sostenerse firme en la tempestad y a sentir
compasión por los que fallan.
Dame un hijo cuyo corazón sea claro; cuyos ideales
sean altos; un hijo que se domine a sí mismo
antes que pretenda a dominar a los demás; un hijo
que aprenda a reír pero que también a llorar;
un hijo que avance hacia el futuro pero que nunca
olvide el pasado.
Y después que le hayas dado todo eso, agrégale,
te lo suplico, suficiente sentido del humor,
de modo que no siempre se tome a sí mismo
demasiado en serio.
Dale humildad para que pueda recordar siempre
la sencillez de la verdadera grandeza,
la imparcialidad de la verdadera sabiduría,
y la mansedumbre de la verdadera fuerza.
Entonces yo, su padre, me atreveré a murmurar.
“No he vivido en vano.”
(Escrito atribuído a Douglas McArthur)
Video para los papás, en agradecimiento por sus cuidados y enseñanzas.
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La bendición de Dios sea sobre tu familia y sobre quienes reciban este mensaje.
