En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús:
«¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las cosas celestiales? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna».
Palabra de Dios.
Gloria a ti, Señor Jesús.
- Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 32-37
- Salmo 92 1ab. 1c-2. 5
- Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 7b-15
- Reflexión católica sobre las bellas lecturas de La Biblia.
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La bendición de Dios sea sobre tu familia y sobre quienes reciban este mensaje.
